Conceptualización de la lecto-escritura
La lectura ha
sido considerada como una habilidad o destreza que utilizamos para
adquirir información y registrarla en los más diversos formatos. El
acto de leer es un proceso que abarca múltiples aspectos, el
registro
de los símbolos gráficos, su decodificación, clasificación y
almacenajes para la clasificación de ideas, la estructuración de
conceptos, sentencias y formas más elaboradas de organización del
lenguaje, constituyen elementos de un complejo proceso de
aprendizaje. Repetir este proceso es un verdadero entrenamiento
mental, que permite aliviar el esfuerzo que realizamos para la
adquisición de nuevos conocimientos.
¿Qué es leer?
Establecer definiciones es siempre difícil, cuando no es complicado,
por cuanto ello implica una revisión de la complejidad de lo que se
trata de definir, para atinar en consecuencia a darle la universidad
que la reclama. Esta tarea ardua de por sí, resulta aún más
exigente cuando nos proponemos definir la lectura, o sea, precisar
qué es leer. Esto, como la manifiesta Roland Barthes "leer"
es una palabra "saturada" es decir, agotada en sus
múltiples posibilidades expresivas. Así, se pueden leer textos,
imágenes, gestos, señales, mapas
y cartas
de navegación, etc... Pero, tratando de obviar esta inmensa gama de
usos y su variabilidad expresiva, queremos ubicarlo en uno solo de
ellos, esto es la lectura de textos.
Sin embargo, es bueno puntualizar que la
anterior precisión nos ahorra trabajo y esfuerzo, por cuanto aún
cuando se reduce su campo expresivo, hay variadísimas definiciones y
se podría decir que cada autor que se ha ocupado de ella, ha
manifestado una distinta. En este sentido encontramos definiciones y
se podría decir que cada autor que se ha ocupado de ella, ha
manifestado una distinta. Por ello nos hallamos con definiciones que
van desde la sonorización del lenguaje, hasta algunas
definitivamente mecanicista o fisiologista. El Diccionario
del Español Moderno la define como: "Interpretar el sentido de
los escritos o impresos".
Es de suponer el grado de dificultad que enfrenta un niño cuando
aprende a leer, al tener que manejar formas del habla diferentes a la
suya. La dificultad será mayor, si a ello se añade que la variedad
funcional del lenguaje que se usa esté mas allá de lo que él puede
captar, ya porque no se adapte a su grado de maduración y desarrollo
o ya porque él provenga de un ambiente cultural empobrecido, poco
estimulante. Este niño tiene que estar en desventaja frente aquellos
que provienen de un nivel sociocultural más elevado y con un grado
mayor de desarrollo.
Cuando el niño entra en primer grado, además de manejar
adecuadamente los sistemas
fonológicos y morfológicos de la lengua, muestra
cierto control
de los patrones sintácticos. A medida que avanza en la escuela, ese
control aumenta en grado de complejidad.
La mayoría de los autores, si no todos,
están de acuerdo que el objetivo
principal de la lectura es obtener el significado del mensaje
transmitido por el autor a través del texto impreso. Dice Carroll
(1989) que en "muchos aspectos equivale a lograr el significado
oral". Aunque existen diferencias, ya que ambos tipos de
mensajes exhiben señales diferentes, que hay que captar.
Esto significa
que no es posible el aprendizaje y rendimiento en la lectura si el
niño tiene dificultades para captar el significado del lenguaje
oral, lo cual supone el dominio
de un vocabulario básico y de la estructura
de las palabras y oraciones.
Goodman (1982)lo expresa así:
La lectura eficiente es un juego
de adivinanzas rápido y fluido en el cual el lector escoge muestras
de las señales del lenguaje puesto a su disposición, tomando la
menor cantidad de información para alcanzar la tarea esencial de
reconstruir y comprender el significado del autor. Puede ser vista
como una reducción sistemática de incertidumbre, donde el lector
comienza con el "input" gráfico y termina con el
significado. (pg. 12 ).
Para leer o captar el significado del lenguaje escrito, se señalan
una serie de aspectos que el niño debe aprender y entre ellos se
destacan.
- El lenguaje que va a leer.
- Reconocer palabras impresas valiéndose de cualquier señal.
- Saber que las palabras impresas son señales de las palabras habladas y que se puede obtener significado de esas palabras impresas.
- Razonar y pensar acerca de lo que lee.
- Desde que se inicia, leer de izquierda a derecha.
Leer es pensar. Sin el pensamiento, la lectura no sería sino una
simple actividad mecánica de reconocimiento de palabras. Para llegar
a convertir la lectura en pensamiento el individuo debe tener cúmulos
de ideas y experiencias que lo conduzcan a la interpretación de
evaluación de los mensajes escritos.
Los estados modernos han considerado la
lecto-escritura como una alternativa para dotar al ciudadano de ese
instrumento valioso de desarrollo, por medio del cual puede
satisfacer con propiedad
sus necesidades internas y las exigencias imperiosas, cada vez más
complejas, de la vida contemporánea.
Pero para alcanzar esa finalidad es esencial que se desarrollen y
estructuren programas de aprendizaje de lectura en todos los niveles
de la educación que le brindan al alumno las oportunidades de
desarrollarse como buen lector. Para esto deben haber objetivos y
metas bien definidas donde se tome en consideración la naturaleza
de la lectura en todos los niveles que le brinda al alumno la
evaluación continua. Como proceso, aumenta progresivamente su
capacidad lectora, la que los habilita para leer materiales
cada vez más amplios y complejos, los pueda captar y asimilar mejor,
así mismo, el lector debe aumentar para leer progresivamente
materiales de contenido.
Mas informacion http://lectoescritura.net/
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