martes, 17 de abril de 2012

LA LECTOESCRITURA


Conceptualización de la lecto-escritura

La lectura ha sido considerada como una habilidad o destreza que utilizamos para adquirir información y registrarla en los más diversos formatos. El acto de leer es un proceso que abarca múltiples aspectos, el registro de los símbolos gráficos, su decodificación, clasificación y almacenajes para la clasificación de ideas, la estructuración de conceptos, sentencias y formas más elaboradas de organización del lenguaje, constituyen elementos de un complejo proceso de aprendizaje. Repetir este proceso es un verdadero entrenamiento mental, que permite aliviar el esfuerzo que realizamos para la adquisición de nuevos conocimientos.

¿Qué es leer? Establecer definiciones es siempre difícil, cuando no es complicado, por cuanto ello implica una revisión de la complejidad de lo que se trata de definir, para atinar en consecuencia a darle la universidad que la reclama. Esta tarea ardua de por sí, resulta aún más exigente cuando nos proponemos definir la lectura, o sea, precisar qué es leer. Esto, como la manifiesta Roland Barthes "leer" es una palabra "saturada" es decir, agotada en sus múltiples posibilidades expresivas. Así, se pueden leer textos, imágenes, gestos, señales, mapas y cartas de navegación, etc... Pero, tratando de obviar esta inmensa gama de usos y su variabilidad expresiva, queremos ubicarlo en uno solo de ellos, esto es la lectura de textos.
Sin embargo, es bueno puntualizar que la anterior precisión nos ahorra trabajo y esfuerzo, por cuanto aún cuando se reduce su campo expresivo, hay variadísimas definiciones y se podría decir que cada autor que se ha ocupado de ella, ha manifestado una distinta. En este sentido encontramos definiciones y se podría decir que cada autor que se ha ocupado de ella, ha manifestado una distinta. Por ello nos hallamos con definiciones que van desde la sonorización del lenguaje, hasta algunas definitivamente mecanicista o fisiologista. El Diccionario del Español Moderno la define como: "Interpretar el sentido de los escritos o impresos".
Es de suponer el grado de dificultad que enfrenta un niño cuando aprende a leer, al tener que manejar formas del habla diferentes a la suya. La dificultad será mayor, si a ello se añade que la variedad funcional del lenguaje que se usa esté mas allá de lo que él puede captar, ya porque no se adapte a su grado de maduración y desarrollo o ya porque él provenga de un ambiente cultural empobrecido, poco estimulante. Este niño tiene que estar en desventaja frente aquellos que provienen de un nivel sociocultural más elevado y con un grado mayor de desarrollo.
Cuando el niño entra en primer grado, además de manejar adecuadamente los sistemas fonológicos y morfológicos de la lengua, muestra cierto control de los patrones sintácticos. A medida que avanza en la escuela, ese control aumenta en grado de complejidad.
La mayoría de los autores, si no todos, están de acuerdo que el objetivo principal de la lectura es obtener el significado del mensaje transmitido por el autor a través del texto impreso. Dice Carroll (1989) que en "muchos aspectos equivale a lograr el significado oral". Aunque existen diferencias, ya que ambos tipos de mensajes exhiben señales diferentes, que hay que captar.
Esto significa que no es posible el aprendizaje y rendimiento en la lectura si el niño tiene dificultades para captar el significado del lenguaje oral, lo cual supone el dominio de un vocabulario básico y de la estructura de las palabras y oraciones.
Goodman (1982)lo expresa así:
La lectura eficiente es un juego de adivinanzas rápido y fluido en el cual el lector escoge muestras de las señales del lenguaje puesto a su disposición, tomando la menor cantidad de información para alcanzar la tarea esencial de reconstruir y comprender el significado del autor. Puede ser vista como una reducción sistemática de incertidumbre, donde el lector comienza con el "input" gráfico y termina con el significado. (pg. 12 ).
Para leer o captar el significado del lenguaje escrito, se señalan una serie de aspectos que el niño debe aprender y entre ellos se destacan.
  • El lenguaje que va a leer.
  • Reconocer palabras impresas valiéndose de cualquier señal.
  • Saber que las palabras impresas son señales de las palabras habladas y que se puede obtener significado de esas palabras impresas.
  • Razonar y pensar acerca de lo que lee.
  • Desde que se inicia, leer de izquierda a derecha.
Leer es pensar. Sin el pensamiento, la lectura no sería sino una simple actividad mecánica de reconocimiento de palabras. Para llegar a convertir la lectura en pensamiento el individuo debe tener cúmulos de ideas y experiencias que lo conduzcan a la interpretación de evaluación de los mensajes escritos.
Los estados modernos han considerado la lecto-escritura como una alternativa para dotar al ciudadano de ese instrumento valioso de desarrollo, por medio del cual puede satisfacer con propiedad sus necesidades internas y las exigencias imperiosas, cada vez más complejas, de la vida contemporánea.
Pero para alcanzar esa finalidad es esencial que se desarrollen y estructuren programas de aprendizaje de lectura en todos los niveles de la educación que le brindan al alumno las oportunidades de desarrollarse como buen lector. Para esto deben haber objetivos y metas bien definidas donde se tome en consideración la naturaleza de la lectura en todos los niveles que le brinda al alumno la evaluación continua. Como proceso, aumenta progresivamente su capacidad lectora, la que los habilita para leer materiales cada vez más amplios y complejos, los pueda captar y asimilar mejor, así mismo, el lector debe aumentar para leer progresivamente materiales de contenido.

Mas informacion http://lectoescritura.net/

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